Transtorno de Personalidad Multiple (B - A - M)

No es muy común que alguien así se de cuenta, pero creo...y me lo han dicho..así..que...
primero..lo primero..

La personalidad múltiple es algo que todos conocen y sobre lo que han escuchado hablar. Ha sido tratada en infinidad de películas y novelas. Pero… ¿Existe, o es un invento?
La personalidad múltiple es un trastorno de identidad disociativo. Se describe como la existencia de una o más identidades o personalidades en un mismo individuo, cada una con su propio forma de percibir e interactuar con el ambiente.
La disociación es un mecanismo psicológico de defensa necesario en el cual la identidad, memoria, ideas, sentimientos o percepciones propias se encuentran separadas del conocimiento consciente y no pueden ser recuperadas o experimentadas voluntariamente. Todas las personas se disocian en algún momento, como por ejemplo cuando la gente se da cuenta después de haber llegado a su casa, que no recuerdan gran parte del camino porque estaban preocupadas pensando en conflictos personales, o atentos a alguna cosa. Pero cuando se da en alto grado provoca una ruptura, por culpa de la cual la persona no tiene sensaciones de sí misma y las percepciones de los hechos de la vida diaria. También las drogas y el alcohol pueden conducirnos a estados disociativos semejantes, pero en este caso estamos hablando de una alteración química. La desconexión cumple la función de distanciarse o disociarse del evento traumático, como engañándose a uno mismo para no aceptar el dolor emocional.

Características
El trastorno de personalidad múltiple o trastorno de identidad disociativa (MPD/DID), se define por tres características principales:
·Al menos dos o más personalidades distintas que existen en un individuo, con cada personalidad siendo dominante (en control) en diferentes momentos.
·El comportamiento del individuo es determinado por la personalidad que sea dominante en algún momento dado.
· Cada una de las personalidades separadas y distintas dentro del individuo es compleja y está integrada con sus propios patrones conductuales, relaciones sociales y nombre.
En general hay una identidad principal que es bastante pasiva, en momentos deprimida
, y tiene el nombre del individuo. Existen diferencias en las funciones fisiológicas del otro lado de las personalidades, por ejemplo, diferente tolerancia al dolor, presencia o ausencia de ciertas alergias o enfermedades, como asma o incluso diabetes. De acuerdo con expertos en el campo, la personalidad original de una persona con MPD/DID con frecuencia no está consciente de las otras personalidades distintas alternativas. El control del individuo cambia a una personalidad alternativa mediante factores desencadenantes que con frecuencia están relacionados de alguna manera, al menos en la mente del paciente, con el trauma subyacente que provocó el trastorno. Cuando el control regresa a la personalidad original, algunos pacientes no recuerdan nada del momento en el que estaban bajo el control de una de las personalidades alternativas, mientras que otros sí lo recuerdan. Básicamente, DID es la incapacidad de integrar juntas la función de la memoria de la persona, su conciencia, y su identidad.

Causas
El trastorno de identidad disociativo parece estar causado por la interacción de varios factores:
El estrés
insoportable, como el haber sufrido abusos físicos o psicológicos durante la niñez.
Una habilidad para separar los propios recuerdos, percepciones o identidades del conocimiento consciente
(capacidad disociativa).

¿Quién Es Más Susceptible a MPD/DID? Aunque se cree que la raíz del MPD/DID ocurre en la niñez, generalmente no se diagnostica hasta la adolescencia o adultez.

El desarrollo humano requiere que los niños sean capaces de integrar complicados y diferentes tipos de información y experiencias. A medida que los niños aprenden a forjarse una identidad cohesionada y compleja, pasan por fases en las cuales se mantienen separadas diferentes percepciones y emociones. Pueden usar estas diferentes percepciones para generar diferentes yo, pero no todos los niños que sufren abusos, pérdidas o traumas importantes, resultan desarrollando múltiples personalidades. Los que sí tienen esta capacidad también tienen formas normales de resolver sus problemas, y, en general, estos niños vulnerables están lo suficientemente protegidos y tranquilizados por los adultos como para que no se desarrolle un trastorno de identidad disociativo. En la mentalidad de un niño este mecanismo funciona, ya que ellos pueden contar con el poder de la magia y la imaginación, tratando de hacer desaparecer lo que no es agradable. Así es cómo se desarrolla una amnesia disociativa, perdiendo la memoria de lo ocurrido, aunque quede registrada en la mente y reaparezca con estímulos que recuerden el trauma, tales como olores, palabras, colores, sonidos, imágenes, sabores, etc.
.

Una amplia mayoría de pacientes diagnosticados con MPD/DID son mujeres, aunque algunas personas en el campo de la psiquiatría creen que la frecuencia de la condición en hombres es mayor que la diagnosticada. Las personas con DID tienen altas puntuaciones en las medidas de su capacidad disociativa y su capacidad de ser hipnotizadas

Síntomas
Los síntomas pueden ser similares a los de la ansiedad, de las alteraciones de la personalidad, de la esquizofrenia y de los trastornos afectivos o de la epilepsia. La mayoría de las personas sufre síntomas de depresión, ansiedad (dificultad para respirar, pulso acelerado, palpitaciones), fobias, ataques de pánico, disfunciones sexuales, alteraciones del apetito, estrés y síntomas que simulan los de las enfermedades físicas. Pueden estar preocupadas por el sucidio y son frecuentes los intentos, así como los episodios de automutilación. Muchas personas con trastorno de identidad disociativo abusan del alcohol o de las drogas en algún momento de su vida.
El cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento en las otras personalidades hacen a menudo caótica la vida de una persona con este trastorno. Como las personalidades con frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice oír conversaciones internas y las voces de otras personalidades. Esto es un tipo de alucinaciones
.

Hay varios signos característicos del trastorno de la personalidad disociativo:
Síntomas diferentes que ocurren en distintos momentos.
Una capacidad fluctuante para asumir sus funciones, desde la eficacia en el trabajo y en la casa hasta la inhabilidad.
Intensos dolores de cabeza
y otros síntomas físicos.
Distorsiones y errores en el tiempo y amnesia
.
Despersonalización y desrealización (sentimiento de estar separado de uno mismo y experimentar su medio como irreal).
Pueden descubrir objetos, productos o manuscritos con los que no contaban o que no reconocen. A menudo se refieren a sí mismas como “nosotros”, “él” o “ella”. Mientras que, en general, las personas no pueden recordar mucho acerca de sus primeros cinco años de vida, la persona con un trastorno de identidad disociativo no recuerda tampoco lo ocurrido entre sus 6 y 11 años.
Estas personas están muy preocupadas por temas de control, tanto el autocontrol
como el control de los demás.

En la cultura popular la personalidad múltiple está muy arraigada tanto por su utilización en el cine, como en la literatura. El caso más famoso en la literatura es la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

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